Gonzalo Muñoz, Campeón del Clima de la COP25: “No hay tiempo que perder”

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En las conversaciones sobre el clima se ponen grandes expectativas en el potencial del sector privado para involucrarse y dar un paso adelante en la acción colectiva para cambiar las formas en que los humanos usamos el planeta. El empresario y emprendedor chileno Gonzalo Muñoz – quien fue nominado Campeón de Alto Nivel de las Acciones por el Clima en su país, que actualmente preside la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU (COP 25) en Madrid, se involucró en la tarea desde hace un tiempo.

En 2009, Muñoz fundó TriCiclos, empresa privada dedicada al manejo sostenible de desechos, que extendió su impacto a toda América Latina en un tiempo cuando términos como “economía circular” – otro eje de la compañía– eran apenas incipientes.

Actualmente, TriCiclos ha crecido hasta ser tanto un movimiento social como una empresa rentable, y se ha convertido en la primera  B Corporation certificada fuera de Norteamérica. Por ello, Muñoz ha sido el primer nominado del sector privado para ser campeón de las acciones por el clima, cuyo papel es  tender puentes entre las delegaciones nacionales y sectores como la industria, las ONG y las finanzas. Él ya ha dejado huella en la COP al hacer un llamado a todos los sectores, desde los gobiernos municipales hasta los inversionistas, a unirse a la Climate Ambition Alliance (Alianza por la Ambición Climática) para lograr la neutralidad en las emisiones de carbono para 2050. En esta entrevista, Muñoz relata cuál ha sido el significado de esta travesía para él.

Esta entrevista ha sido editada para mayor claridad.

¿Por qué escogió centar su carrera profesional en manejo de desperdicios y la circularidad?

Provengo de una familia que está muy conectada a los recursos medioambientales. Estudié una maestría en gestión medioambiental y luego trabajé como director general en empresas envasadoras de alimentos por 10 años. Y cuando se empaqueta alimentos, uno se da cuenta de que no solo se están poniendo productos alimenticios en el mercado, sino también las envolturas y los envases. Y frecuentemente, el empaquetado no está necesariamente diseñado tomando en  consideración los impactos que produce en el medioambiente cuando es desechado.

Entonces, luego de 10 años de envasar alimentos, me di cuenta de que necesitaba empezar a analizar en qué medida esto se trataba de un error de diseño. Se tiene que corregir el diseño, no solo de los productos o los materiales que se están usando, sino también del modelo empresarial, con el fin de dar a los clientes, usuarios, consumidores y ciudadanos aquello que necesitan y no hacerlos parte de un problema mayor al momento en que realizan compras. Ellos pueden desconocer cómo desechar algunos componentes de forma que no afecten a su propio medioambiente.

Ese fue un momento de inflexión en mi vida. A nivel personal atravesé momentos muy difíciles, pues mi hija menor enfermó de cáncer y perdí a uno de mis mejores amigos, quien era mi primer socio comercial. Así que decidí enfocarme en lo que creí que era mi misión en la vida.

¿Cómo se sintió al ser nominado como el Campeón de Alto Nivel chileno del Clima este año?

Fue algo muy especial porque fue totalmente inesperado. Nunca he tenido ningún tipo de, digamos, papel público. Había desarrollado toda mi carrera en el sector empresarial o en ONG, pero mayormente en el sector privado. Sin embargo, todo el tiempo, al menos durante los últimos 10 o 12 años, estuve muy involucrado en fomentar el valor público y en conectar al sector público con las necesidades públicas; y, por lo tanto, analizando y fortaleciendo el camino que el sector público, especialmente las empresas, deben tener en cuenta al suministrar los bienes públicos.

Tuvimos conversaciones permanentes no solo con la ministra actual de medioambiente de Chile sino también con los anteriores ministros para mostrar el trabajo que habíamos estado haciendo, no solo a través de TriCiclos sino también por intermedio del B-Corp movement (movimiento B-Corp). Así, cuando la ministra me llamó, pensé que se trataba de otra conversación sobre economía circular o el papel de B-Corp. Y de pronto, cuando empezó a hablar me sentí sorprendido y también completamente agradecido por la oportunidad. Nunca habría soñado con una mejor ocasión para lograr un impacto en el mundo, que la ofrecida por la COP y el papel como campeón de alto nivel.

¿Qué resultados espera de esta COP?

 Bueno, en lo que concierne a mi papel de campeón de alto nivel, este está totalmente relacionado con lo que los actores no estatales pueden hacer. Las partes interesadas del sector privado son extremadamente importantes y lo han sido desde el Acuerdo de París [sobre el cambio climático].  Y esa es la razón por la que el rol de campeón fue creado: para movilizar la acción entre aquellos que no necesariamente están en la sala de negociaciones, sino en el mundo real; aquellos que están realizando acciones concretas que pueden cambiar la situación actual y ayudar a resolver la crisis.

Y, principalmente, ellos pueden aportar evidencia a las personas que se encuentran negociando en la sala, para que sepan qué está sucediendo y qué puede suceder si alineamos los incentivos.

Por lo tanto, mi papel es atraer a esos actores aquí. Recientemente hemos presentado el Yearbook of Global Climate Action   (Anuario de la Acción Mundial por el Clima) y también las  Climate Action Pathways (Vías de Acción Climática). Hemos facilitado y promovido la labor de la Marrakesh Partnership (Asociación de Marrakesh) y todas las áreas temáticas para que estén conectadas con el 1,5 [objetivo en grados Celsius para limitar el calentamiento global]. Todas las personas que han leído las Vías están elogiando la herramienta y el esfuerzo que este grupo ha realizado en menos de seis meses para aportar cada una de ellas, de las áreas temáticas y una ruta muy concreta hacia un mundo con [emisiones] cero netas en 2050.

Sabemos que es el momento para demostrar cuán relevante es la labor de la Asociación de Marrakesh, cuán extremadamente urgente es fortalecer el trabajo de la Acción Mundial por el Clima, y la necesidad de que todos los países del mundo configuren cada área, industria y sector hacia esa meta común.

¿Cómo los asuntos climáticos y medioambientales intervienen en los conflictos en Chile que impulsaron el traslado de la COP de Santiago a aquí, Madrid?

Entiendo que son las dos caras de una misma moneda. Comprendemos totalmente que la mayoría de las demandas sociales, y la mayor parte de los disturbios sociales que se están produciendo en muchos países – en este caso en particular, en Chile – están completamente relacionados con las demandas medioambientales también. Y esto está realmente vinculado con todo lo que se está discutiendo y con lo que necesitamos resolver en una plataforma como la COP.

Por lo tanto, necesitamos conectar esas situaciones de una manera más sólida y más clara, para que las personas de todas partes del mundo sepan que lo que estamos haciendo aquí debe aportar un valor agregado muy concreto a su vida diaria.

Eso es algo en lo que tal vez hemos fallado en el pasado y que ahora tenemos que fortalecer para que las personas en todos lados comprendan que no existe modo de que podamos vencer todos los desafíos medioambientales y climáticos sin tener en cuenta todas las demandas sociales.

El lado inclusivo, de resiliencia y la necesidad de no dejar a nadie rezagado están presentes en todas nuestras conversaciones en la COP y, por tanto, deben ser integrados en todas las soluciones.

Si pudiera colocar un mensaje en un cartel para que todos lo vieran ¿cuál sería?

Sería para que todos los actores interesados que aún no son parte se unan a la Climate Ambition Alliance inmediatamente. No hay tiempo que perder. Este es el momento de actuar.