Los sonidos que en su juventud escuchaba Susan Chomba eran las risas de las hienas, la voz de su abuela contando historias junto al fuego y los ladridos de los babuinos que atravesaban su aldea, en las laderas del monte Kenia, con sus crías a cuestas.
Pero este fue un lujo “efímero”, dice, ya que, hacia el final de su adolescencia, muchos de los árboles nativos de su paisaje habían sido talados por pequeños agricultores con el fin de despejar la tierra para cultivos. Los ríos y arroyos sostenidos por los bosques se secaron, los sonidos de los animales se acallaron y la biodiversidad se marchó en busca de pastos más verdes.
Cuando Chomba fue a la universidad –donde obtuvo primero una licenciatura en Kenia, seguida por una maestría conjunta y, por último, un doctorado de la Universidad de Copenhague–, esta desaparición de su hábitat natural la impulsó a estudiar forestería y gobernanza forestal. “Quería aprender sobre las conexiones entre árboles y ríos y los pequeños agricultores”, dice. “Sabía que teníamos un gran problema, pero no sabía cómo podríamos resolverlo”.
Desde 2017, dirige Regreening Africa (Reverdeciendo África), uno de los proyectos más grandes del instituto de investigación World Agroforestry (ICRAF), cuyo objetivo es lograr exactamente lo que dice su nombre, al brindar a agricultores de ocho países conocimientos y acceso a tecnologías para llevar de vuelta los árboles a las fincas, además de gestionar sus paisajes de manera sostenible. Ha sido reconocido como uno de los “megaproyectos” del centro y está ayudando a unos 500 000 hogares a beneficiarse de la restauración de paisajes degradados.
Sin embargo, su mayor motivo de orgullo no es ayudar a revertir las tendencias de su juventud, sino más bien servir de puente entre las prácticas de investigación y los procesos de desarrollo. “Ver cómo los organismos de desarrollo priorizan el financiamiento y apoyan diferentes iniciativas basadas en evidencia empírica, cerrando la brecha entre investigación y desarrollo, fue y sigue siendo mi mayor logro”.
En marzo de 2021, Chomba dejará ICRAF para unirse al Instituto de Recursos Mundiales (WRI), un nuevo paso en su aspiración de seguir contribuyendo con hechos al avance mundial, así como a la equidad de género, tema que ha demostrado ser tan urgente como cualquier otro a lo largo de su trabajo de campo.
“¿Alguna vez has estado en una discusión de grupo focal solo para mujeres [lo que se conoce como un grupo focal desagregado por sexo] dirigida por un hombre y has visto cómo las mujeres están totalmente apagadas? ¿Y cómo luego, cuando entra una mujer para ayudar a facilitar la discusión, es imposible lograr que no hablen y dejen de compartir sus opiniones? Esto para mí dice mucho más que lo que puedes encontrar en cualquier revista sobre cuestiones de género. Y por ello necesitamos más mujeres en todos los ámbitos de este campo”.
“En un mundo en el que las mujeres representan por lo menos el 50 % de la población mundial, no es justo ni equitativo ver cómo muy pocas mujeres logran llegar a la cima”.